En la corte con Donald Trump, un hombre que sabe cómo moverse

La primera vez que Donald Trump fue procesado por cargos penales, en Nueva York en abril, su rostro se veía gris, arrastraba los pies y expresaba asombro de estar allí.

Esta vez enfrentó cargos más graves (de conspiración para defraudar a Estados Unidos en relación con las elecciones de 2020, incluido un cargo que conlleva 20 años de cárcel), pero sus movimientos fueron ligeros.

En este, su tercer procesamiento penal en cuatro meses, lució, además del habitual traje azul y corbata roja, la conducta de un hombre que conocía su camino en una sala del tribunal. El expresidente se puso de pie y avanzó hacia el banco.

Moxila Upadhyaya, el juez que supervisó su lectura de cargos en el